¿Tienes la sensación de ir en piloto automático en el trabajo? Si durante el día saltas de una reunión a otra, tienes la agenda llena de tareas y no puedes parar ni para tomar un café es muy probable que sufras de estrés laboral.
Y no solo te ocurre a ti, ya que son muchos los trabajadores que experimenta estrés en el trabajo al menos una vez por semana.
A continuación, profundizamos un poco acerca del estrés laboral y te damos algunos consejos útiles que te ayudarán a encontrar la calma.
¿Qué es el estrés laboral y cuáles son sus consecuencias?
Quizá alguna vez hayas escuchado «me van bien las cosas, estoy hasta arriba de trabajo» o una frase similar.
Tener trabajo es algo positivo, pero cuando sientes que te ahoga y no llegas a todo deberías buscar una solución, ya que es muy probable que estés sufriendo estrés laboral.
Algunas de las consecuencias del estrés en el trabajo son el agotamiento laboral o síndrome de Burnout que aparece cuando existe una desmotivación.
Pero también afecta a la salud física, aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o gastrointestinales, así como a la productividad.
¿Cómo saber que sufres estrés en el trabajo?
Los síntomas más comunes de estrés que puedes experimentar son estos:
Problemas para dormir.
Dolores de cabeza o migrañas frecuentes.
Fatiga o cansancio excesivo.
Cambios en el apetito, como comer en exceso o al revés.
Dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
Sensación de ansiedad o nerviosismo.
Irritabilidad o cambios de humor frecuentes.
Dificultades para relajarse o sentirse en paz.
Dolor muscular o tensiones.
Problemas digestivos o gastrointestinales, como dolor de estómago o diarrea.
Si crees que puedes estar sufriendo estrés, lo primero que debes hacer es acudir a tu médico, ya que será la persona encargada de evaluar tu caso y emitir la baja laboral por incapacitación, si se da el caso.
Principales causas de estrés en el trabajo
Cada persona es un mundo y lo que te causa estrés a ti, puede ser que a otra persona no le ocurra. Sin embargo, estas son algunas de las situaciones que pueden propiciar el estrés en el trabajo:
Asumir grandes responsabilidades
Si ocupas un puesto alto en tu empresa, tienes a tu cargo a un equipo de personas o gestionas proyectos con plazos ajustados, es probable que llegues a sentir estrés.
Intenta priorizar tus tareas, delegar y rebajar tu carga de trabajo, si puedes.
Tener sobrecarga de trabajo
A veces nos puede costar decir «no» en el trabajo, ya que creemos que puede afectar a nuestro desarrollo dentro de la empresa. Sin embargo, es muy probable que tanto volumen de trabajo te acabe pasando factura.
Sé realista, planifícate antes de aceptar más trabajo y estima un tiempo a cada tarea.
Sentir que no tienes el control
En ocasiones puede resultar frustrante saber que algo no se está haciendo bien en la empresa o que se podría implementar un sistema para mejorar la productividad.
Acepta la situación si no está en tus manos y no dejes que el estrés se apodere de ti.
Percibir que no te valoran
Sentir que no te escuchan al proponer ideas nuevas o que no te valoran a nivel salarial puede ser desmotivante.
Estudia la situación y considera hablar con la empresa o cambiar de trabajo.
Hacer más de una tarea a la vez
La sociedad ha normalizado que seamos productivos todo el día y por eso, en más de una ocasión hacemos más de una tarea a la vez. Esto puede provocar un gran estrés al no poder centrar tu atención en lo que estás haciendo.
Encuentra un tiempo para ti, haz ejercicio, medita o conecta con la naturaleza.
Tener conflictos con personas del equipo
El mobbing, también conocido como acoso laboral, es una forma de violencia psicológica que se produce en el trabajo y que puede llegar a causar estrés.
Toma acciones legales o cambia de empresa si la situación no mejora.
Cómo puedes combatir el estrés desde hoy mismo
Si crees que el estrés se está apoderando de ti y deseas cambiar esta situación, intenta poner en práctica alguno de nuestros consejos.
Levántate de la silla cada 30 minutos
La clave para mantener la calma en tu jornada laboral es evitar el sedentarismo excesivo, pese a tener un trabajo de oficina.
Es recomendable levantarse de la silla cada 30 minutos, beber agua y hacer descansos cuando lo necesites.
Respira con el diafragma
Cuando sientas una sobrecarga en el trabajo, para y respira. Pero hazlo con el diafragma.
Respira inflando el abdomen durante 4 segundos, contén la respiración 7 segundos y exhala por completo contando hasta 8. Esto te ayudará a relajarte para asumir las tareas desde otra perspectiva.
Establece tus límites
Si el trabajo te desborda, intenta cumplir con las tareas más urgentes, no hagas más horas de las debidas y no asumas más carga de trabajo de la que realmente puedes gestionar.
Habla con tu empresa
Si no has logrado bajar el volumen de trabajo y aunque priorices tus tareas sientes que no llegas a todo en un día es momento de hablar con la persona que ocupa un puesto por encima y explicarle tu situación.
A veces, es tan fácil como expresar lo que te está ocurriendo porque no siempre se percibe lo que sientes por dentro. Tal vez es posible encontrar alguna solución como hablar con los clientes o contratar más personal.
Cambia de trabajo
Estudia cambiar de empresa si ves que tus niveles de estrés no disminuyen. Pero ojo, intenta pactar las condiciones de trabajo con la nueva compañía antes de entrar a trabajar para evitar llegar a la misma situación.
Encuentra el bienestar emocional que necesitas a través del apoyo psicológico, que te mostrará las herramientas para trabajar en tus emociones.
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