Un beso, un mensaje romántico o una relación sexual. Lo que entendemos por infidelidad puede variar según cada persona.
Sea como sea, se trata de una ruptura del acuerdo sentimental entre dos personas, una conducta que puede tener efectos negativos en la salud mental de quien ha sido engañado, pero también en la de sus hijos.
¿Qué siente nuestro cerebro al sentirnos engañados?
El amor es una fábrica de dopamina, la famosa «hormona de la felicidad». Esta es la responsabilidad de llenarnos de un sentimiento de euforia que resulta muy adictivo para el cerebro.
Pero, igual que cuando nos enamoramos sucede una reacción química, ocurre lo mismo al enterarnos de que nuestra pareja nos ha engañado.
Nuestra mente lo percibe como si se tratara de un síndrome de abstinencia o experimentas un síntoma similar al estrés postraumático. A esto le pueden seguir trastornos del sueño y de la alimentación, obsesiones y pensamientos negativos.
La oxitocina, la hormona que desaparece durante una infidelidad
¿Conoces los efectos de la oxitocina, la «hormona del amor»? Cuando alguien nos da un beso, un abrazo o una caricia, nuestra mente segrega oxitocina, generándonos un gran bienestar.
Cuando una persona está en una relación de pareja sana, se produce una liberación natural de oxitocina en el cerebro que genera sentimientos de cercanía, confianza y respeto.
Pero la oxitocina puede desaparecer si la pareja deja de lado la comunicación, el compromiso y los momentos de intimidad. Y puede volver a segregarse cuando encontramos una persona nueva que nos hace sentir bien.
¿Cómo afecta la infidelidad en los hijos?
En aquellos casos donde la pareja tenga hijos, la infidelidad también puede provocar diferentes efectos dominó en ellos.
Aunque no hay estudios específicos que aborden cómo afecta la infidelidad en el cerebro de los hijos, se sabe que puede influir en su desarrollo cognitivo, emocional y social.
Un estudio afirma que los hijos de padres que han vivido una infidelidad pueden experimentar dificultades para confiar en su futura pareja o repetir el mismo patrón que han vivido en su infancia.
Los hijos pueden tener sentimientos de traición, abandono, confusión o ansiedad.
Pueden ponerse del lado de la persona que ha sido engañada y confiar más en esta.
En estas situaciones, es recomendable que si debido a la infidelidad la pareja se separa, los niños acudan a terapia para canalizar todas las emociones.
¿Qué sentimientos experimentamos cuando somos infieles?
La infidelidad provoca efectos negativos no solo a la persona engañada, sino también a la persona que realiza la infidelidad.
Llevar una segunda vida, que te pillen o intentar volver a tu vida de antes son procesos que generan diferentes sentimientos y no siempre son fáciles de gestionar.
Culpa: la infidelidad a menudo puede provocar una fuerte sensación de culpa, especialmente si la persona sabe que lo que ha hecho está mal y va en contra de los valores que defiende.
Ansiedad: es común sentir ansiedad al no tener todo controlado y pensar que se puede descubrir la infidelidad en cualquier momento.
Remordimiento: muchas personas también experimentan remordimientos por haber sido infieles, especialmente si su comportamiento ha afectado gravemente a su pareja e hijos.
Vergüenza: la persona se siente avergonzada si siente que ha fallado en su compromiso con su pareja o ha sido infiel con varias personas.
Miedo: en los casos en los que la persona busque el perdón de su pareja para seguir adelante, también se puede sentir miedo al pensar que todo lo construido se puede perder.
¿Cómo superar una infidelidad?
Superar una infidelidad comporta, en algunos casos, perdonar un engaño y en otras ocasiones, seguir adelante con tu vida sin esa persona que tanto has querido.
Tanto si vas a volver con tu pareja como si no, pasar por una infidelidad es similar a vivir un duelo, ya que la relación que tenías nunca volverá a ser la misma y en el caso de que la pareja se rompa, tu vida también cambiará completamente.
Expresa tus emociones
No reprimas tus emociones, si necesitas llorar, hazlo.
Este es el primer paso para superar este momento y sentir altibajos es totalmente normal.
Estas son las fases más comunes que se experimentan tras un engaño amoroso:
Negación.
Ira.
Negociación.
Depresión.
Aceptación.
Busca apoyo
Hablar con amigos o familiares cercanos puede ser muy útil en el proceso de superación de una infidelidad.
Las personas que más te quieren te pueden ofrecer el apoyo emocional que necesitas en estos momentos y hablar con ellos te ayudará a procesar todos tus sentimientos.
Sigue con tu rutina
Es difícil, pero por mucho que duela, la vida sigue. Intenta tomarte un respiro unos días y después, vuelve con tu rutina diaria.
¿Hay alguna actividad que siempre hayas querido probar, o lugares para viajar y comer que nunca has llegado a descubrir? Ahora es el momento de hacer estas cosas para potenciar tu autoestima.
Comunícate con la otra persona
Encerrarte en banda no hará que cambien las cosas. Debes ser capaz de coger el teléfono a la otra persona o quedar para tomar un café y aclarar las cosas.
Dile cómo te sientes, conoce cómo se encuentra la otra persona y trata de tomar la mejor decisión para ti en este momento.
Acude a terapia si lo necesitas
Si la infidelidad de tu pareja está afectando a tu día a día, acudir a terapia puede ser muy útil, sobre todo en casos de apego o dependencia emocional.
Encuentra tu espacio seguro en cada sesión y habla abiertamente sobre lo que te está pasando por la mente.
El trabajo de un psicólogo o psicóloga no se basa tan solo en la escucha activa. También es capaz de identificar comportamientos dañinos que no te benefician y te dará las herramientas para cambiarlos.
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