Adrián acudió a terapia porque desde hacía un tiempo estaba experimentando pensamientos negativos que aparecían en cualquier momento, afectando a su vida diaria. Estos pensamientos intrusivos venían por su aspecto físico, que le generó ansiedad y depresión.
Caso ficticio : Los pensamientos intrusivos no me dejaban avanzar
«Mi nombre es Adrián y voy a cumplir 26 años el mes que viene. Llevo más de 15 años luchando contra la ansiedad, los pensamientos negativos y obsesivos.
Mis padres se separaron cuando tenía 10 años y desde muy temprano empecé a acudir a terapia psicológica. Me suministraron ansiolíticos y antidepresivos, que me ayudaron en el proceso, pero cada vez que los dejaba recaía de nuevo.
Aunque mi infancia y adolescencia estuvo marcada por la separación de mis padres, después empecé a obsesionarme por mi cuerpo. Me comparaba con los más guapos de la clase y soñaba con ser como ellos.
Una vez en clase, las chicas hicieron una lista de los chicos más atractivos. Ese papel se filtró y me enteré de que mi nombre estaba en los últimos puestos, algo que no me gustó y que influyó mucho en cómo empecé a verme a partir de entonces.
Aunque no se hable mucho de los chicos con anorexia, puedo decir que yo padecí esta enfermedad y sufrí muchísimo. Empecé reduciendo la cantidad de comida que comía y dejé de quedar con mis amigos para ir a comer. También aumenté el ejercicio físico y me pesaba cada día para ver si había bajado algunos gramos.
Un día mi madre se dio cuenta de que algo estaba pasando y decidió llevarme al médico. Ahí me advirtieron de que si seguía así podría tener consecuencias graves, pero decidí no escuchar.
Todo cambió cuando conocí a Estrella, mi novia por aquel entonces. Recuerdo que un día me llevó al parque. Nunca habíamos ido a ese, por lo que me extrañó que quisiera probar con uno nuevo.
Cuando llegamos, me quedé maravillado con la cantidad de rosas y de verde que había por todos lados. Ahí, me hizo sentar en un banco y tuvimos una charla muy bonita acerca de la vida y de lo que ella esperaba de nuestra relación.
Gracias a Estrella puede ver la vida con otros ojos. Ella me dio el impulso que necesitaba para empezar a cuidarme. Me dijo que si no lo hacía por mí, que lo hiciera por ella. A partir de ahí, empecé a mejorar y retomé la terapia psicológica.
Después de un tiempo, fui dejando los antidepresivos que me habían recomendado porque noté cierta mejoría y pasé 3 meses sin tomar ningún medicamento.
Pero hace 2 años escuché un comentario negativo hacia mi aspecto físico. Fue un día en la playa con amigos, estábamos sentados en la toalla y uno de ellos me dijo que mi barriga parecía la de una embarazada. Después se disculpó y me dijo que era una broma, ya que cuando estaba levantado no se veía de la misma manera, pero eso me descuadró y me hizo dudar de si eso que me había dicho era cierto y estaba engordando.
Aunque ese comentario fuese en broma, mi mente no dejó de darle vueltas y hasta entonces no he parado de tener pensamientos intrusivos que aparecen en cualquier momento del día y no me reconozco.
Para mejorar esta situación, he decidido contar con la ayuda de un psicólogo para tratar estos pensamientos obsesivos que no se me quitan de la cabeza. Debo decir que después de cuatro meses de terapia me encuentro mucho mejor conmigo mismo, he leído varios libros de autoayuda y hago meditación por las mañanas».
Pensamientos intrusivos: un síntoma de ansiedad
Los pensamientos intrusivos son ideas o imágenes que rondan en nuestra mente y suelen tener un carácter persistente, recurrente y, en ocasiones, desagradable, algo que nos puede alejar de la realidad, dificultar la concentración y producir ansiedad.
Estos pensamientos pueden presentarse tras alguna situación concreta, pero también pueden aparecer sin causa aparente.
¿Cómo hacer que desaparezcan estos pensamientos obsesivos?
La terapia psicológica puede ofrecer herramientas para empezar a pensar de manera más saludable, identificando los factores que favorecen su aparición.
En psicología destacamos diferentes tipos de pensamientos intrusivos:
Pensamientos obsesivos intrusivos violentos: pueden ser aterradores y a menudo amenazantes para la persona. Estas preocupaciones pueden afectar la capacidad de la persona para funcionar adecuadamente en su vida diaria. Un ejemplo podría ser ¿qué pasaría si tomo varias pastillas antidepresivas?
Pensamientos perturbadores sexuales: son pensamientos recurrentes, desagradables o intrusivos sobre la sexualidad, el sexo o la actividad sexual que afectan negativamente la vida de una persona. Algunos ejemplos de pensamientos perturbadores sexuales incluyen pensamientos sexuales inapropiados sobre niños, pensamientos obsesivos sobre la infidelidad o fantasías sexuales violentas.
Pensamientos obsesivos de muerte: involucran la muerte de uno mismo o de alguien cercano, generalmente sin una razón aparente. Estos pensamientos pueden ser atemorizantes y pueden generar una gran ansiedad. Estos pensamientos a menudo se asocian con el trastorno obsesivo-compulsivo, pero también pueden ocurrir en ausencia de dicho trastorno.
Si entiendes que necesitas ayuda psicológica, recuerda que en Alianza puedes encontrar un espacio seguro para atender sus necesidades de salud mental.
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