Imagina el siguiente escenario: vas a una reunión familiar y te la estás pasando increíble, todo está siendo muy agradable, hasta que empieza a salir el tema de las parejas, que si tu prima Fulana ya se casó, que si tu hermano Mengano ya está por comprometerse, etc. Y eso está cool, hasta que te preguntan que tú para cuándo. Si llevas un rato soltero, puede que esta pregunta te la hayan hecho en más de una ocasión y de repente el asunto ya se vuelve medio cansado, ¿no crees?.
Este tema es tan recurrente porque forma parte los mitos del amor romántico, ese que dice que todos necesitamos una media naranja, pero esa no es la realidad. La verdad es que somos seres completos, no nos hace falta una mitad. Además, hay que tomar en cuenta que estar soltero o en pareja es una decisión personal, en la que nadie tendría que meterse, pero, ¿de verdad es tan importante tener pareja?, ¿qué hago si quiero tener pareja, pero no se me ha dado?. No te preocupes, aquí te cuento todo.
¿Es importante tener pareja?
Sabemos que quieres una respuesta súper tajante de sí o no, pero la verdad es que depende de lo que tú quieras, sin embargo, es importante resaltar que a nivel social, el tener pareja sí se puede llegar a entender como un tipo de realización o éxito a nivel personal.
Y también, es uno de los vínculos que más son tomados en cuenta. Pero, a pesar de esto, recuerda que la felicidad no viene de una persona externa, sino de uno mismo. Además, vale la pena recordar que hay otros vínculos que también son muy importantes y que pueden formar parte de nuestra red de apoyo, como las amistades o la familia. Pero si aún así quieres dejar la soltería atrás, pero no has tenido éxito en eso, aquí te decimos algunas razones que podrían estar ocasionando que sigas soltero.
¿Por qué no tengo pareja?
Si lo primero que pensaste al leer esta pregunta fue “porque quiero”, queremos decirte que es una razón más que válida y suficiente para no tenerla, como te platicamos, es una decisión personal que sólo te corresponde a ti y que es totalmente respetable. Si tu soltería no es por elección propia y quieres salir de ahí, entonces esto te interesa, aquí te van algunos motivos que podrían estar influyendo para que no tengas pareja.
Tienes expectativas demasiado altas
Si ya fuiste a terapia (o tú solito lo pensaste) y ya supiste distinguir cuáles son tus límites, lo que estás dispuesto a entregar y, también, cuáles son tus no negociables, está súper listo porque ya sabes lo que quieres y lo que no en una relación. Pero, de eso a que tengas en la mente a tu pareja ideal, es diferente. En el segundo caso, puedes caer en que, si algo le falta a esa persona, aunque sea el detalle más pequeñito, lo rechaces. Entonces, muy probablemente, nadie va a ser suficiente para las expectativas de la pareja ideal que te formaste, porque, justamente, la idealizaste tanto que nadie va a ser suficientemente bueno para llenar tus expectativas.
Eres poco flexible
Este punto se relaciona con el anterior, ya que nadie es perfecto. Por este motivo, hay que aceptar que, a lo mejor, van a haber cosas en tu pareja que a ti no te parezcan tan buenas. Pero, ojo con esto, al decir defectos o “cosas no tan buenas” nos referimos a que, por ejemplo, no le gusta bailar y para ti es un defecto porque a ti te encanta, ese tipo de cosas que no llegan a vulnerar o a ponerte en riesgo. Ahora que si dices, “es que es controlador y excesivamente celoso” entonces ya son un tipo de situaciones más fuertes que podrían necesitar terapia, esas ya serían los famosos red flags.
Tienes miedo al compromiso
Puedes amar mucho a alguien y que seas correspondido, pero, por algún motivo, no puedes mantener una relación a largo plazo, por miedo a perder tu autonomía o tu independencia y aquí sería bueno señalar algunas cosas: a pesar de todas las series y películas que nos han dicho lo contrario, tener pareja no tiene que significar perder tu libertad, sin embargo, sí involucra un compromiso para trabajar en equipo, pero eso no es necesariamente malo. Este temor puede verse reflejado en que te alejas de una relación cuando ya toma un giro más serio o que este hecho te genere pensamientos de angustia que pueden llegar al estrés o, incluso, a la ansiedad. Recuerda que este tema podrías trabajarlo en terapia si ves que no puedes encontrar la manera de solucionarlo.
Temes sufrir
Es normal que sientas temor a salir lastimado de una relación, de hecho, es muy lógico si lo piensas. Pero si en realidad quieres dejar de estar soltero, sí podrías implementar estrategias para enfrentarte a este temor. Una de ellas puede ser que te concentres en el presente, no te adelantes, trata de enfocarte en lo que tienes ahora y no en los problemas que podrían venir después, además, también podrías hacer un trabajo de autoconocimiento para poder identificar cómo es que reflejas ese miedo, a lo mejor te aíslas o no te permites abrirte con tu pareja. El primer paso es reconocer nuestras áreas de oportunidad para poder modificarlas.
Cómo gestionar mi soltería
Hay diversos factores que hacen que el no tener pareja sea algo indeseable. Uno de estos factores es la presión social, así que nos convendría saber algunas herramientas que nos pueden ser muy útiles para hacer frente a esta presión sin que llegue a perjudicar nuestra salud mental.
Trabaja en tu autoestima
Esto te puede servir para varias cosas, por ejemplo, a la hora de hacer frente a los comentarios incómodos acerca de tu soltería, pero también en tu búsqueda por encontrar pareja. Y no, no nos referimos al típico dicho de “primero debes amarte a ti mismo para poder amar a los demás o que te amen”, sino porque, con una autoestima sana, puedes evitar caer en prácticas medio tóxicas a la hora de tener una relación, como la codependencia, los celos o las inseguridades. Mejorar la autoestima puede ayudarte tanto para tu etapa de soltería como para cuando ya estés en una relación.
Conócete a ti mismo
La soltería es una gran oportunidad para conocer nuestras áreas de oportunidad y mejorarlas. Trabajar en identificar lo que quieres y lo que estás dispuesto a dar en una relación te puede ser muy útil. Además, iniciar en terapia antes de iniciar una relación, te puede ayudar a adquirir herramientas para tener una relación sana, por ejemplo a mejorar tus habilidades de comunicación, de gestión emocional o hasta para ser más asertivo y poner límites. Todos estos son puntos importantes para llevar una relación lo más sana posible.
Cultiva amistades
Como te platicamos antes, aunque socialmente el vínculo que más peso tiene es el de las parejas románticas, no es el único válido. Tener una red de apoyo es, justamente eso, contar con varios vínculos si las cosas se ponen difíciles, no únicamente con una persona. Las amistades también son súper importantes y no hay que menospreciar ese vínculo, Astronauta, ya que son ese soporte emocional o un motivo de alegría cuando las cosas se ponen feas. Además, en los planes que haces con tus amistades, puedes conocer gente nueva con la que, quizá, después puedas entablar una relación romántica.
¿La soltería tiene ventajas?
La verdad sí, y, si te encuentras en esta situación, seguramente las has vivido, pero a veces es necesario que nos recuerden los puntos buenos de alguna situación para que los disfrutemos plenamente.
Una de las ventajas de estar soltero es que tienes más tiempo para ti, para invertirlo en tus gustos e intereses, en una relación tienes que hacer una inversión de tiempo, es innegable esto, por lo que, al no tener pareja, tendrás más tiempo disponible para ti. Además, también tienes más posibilidades de gastar tu dinero en lo que tú desees, ya que en una relación salen gastos: que si la salida al cine, que el regalo por su cumpleaños, que la terapia de pareja (más que un gasto, una inversión).
Además, tus planes o decisiones, solo las puedes basar en tus propios intereses. Teniendo una pareja, es importante poder tomarla en cuenta si tienes algún plan que pueda afectar su relación, por ejemplo, un cambio de residencia por trabajo o escuela.
Recuerda que la psicoterapia puede ayudarte a varias cosas, tanto a enfrentar tus miedos (si te identificaste en el punto del miedo al compromiso o de miedo a salir lastimado), como para ayudarte a llevar una relación sana.
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